domingo, 16 de enero de 2011

El coleccionista de huellas (Relato encadenado)


Una de esas noches de rebuscada melancolía y recuerdos que reactivan sentires retomé una endeble libreta donde anotaba las citas interesantes de libros que había leído. No ojeé mucho cuando redescubrí una que me causó una reacción diferente a la que había interpretado con anterioridad, ésta cita era de un escritor peruano llamado Jaime Bayly. El fragmento lo extraje de un libro de relatos llamado “compilación de escritos” entre esa compilación leí el “Dios confundido”, y de ahí resalté lo siguiente: “Sospecho que escribo porque es una manera de vivir otras vidas, de vivir de nuevo, de vivir mejor". Desde entonces creía que ese escritor era un idiota por haber dicho semejante barbaridad, no obstante esa frase había quedado escrita en mi vieja libreta, supongo, que hubiese necesitado leer aún mucho más para haberla podido entender en su tiempo. Esta vez la frase se me quedó transcrita en el pensamiento luego de haber cerrado la libreta y haberla llevado a mi habitación.

Luego de unas semanas, me atreví a comenzar a leer mi primer y único libro publicado, quise encontrar entre aquella horda de palabras la razón del fracaso de mi primer “bebé”. Sentí miedo de abrir “El candado de tu boca” (así se llama) trata sobre una adolescente autista y un hombre que abusa sexualmente de ella. Las expectativas de la editorial fueron inmensas con la historia, me hicieron contar becerros antes de nacer, y en vez de becerros obtuve una gran plasta de excremento. La editorial me contrató para la impresión y publicación de tres libros, de los cuales ya uno había salido. Me imagino que los altos mandos habían imaginado que la popularidad sería tanta que pensaron en una trilogía. Todos fuimos unos grandísimos pendejos, porque los resultados fueron estériles. Regalé 50 ejemplares entre amigos y familias, fueron los únicos que reconocieron mi trabajo.

Había leído 385 de las 400 páginas de la novela, en esta sección me sentí un idiota, no por la historia del libro, al menos, aún me resultaba degustable a mis adentros, me sentí así por esa cita del escritor Jaime, al darme cuenta de la razón que tenía, cuando escribí los tres personajes más relevantes de mi historia me di cuenta de que por medio de ellos se viven otras vidas, aunque no sé si mejores, pero son otras vidas; fui mujer, fui hombre, fui autista, un sádico abusador, fui policía, fui madre, y fui Dios, me convertí en ellos al bailar una especie tap, con la diferencia de que los pasos fueron hechos con mis dedos en esa pista de baile que fue el teclado de mi ordenador. Por consiguiente no tuve concentración para seguir leyendo, los ecos de la cita del Sr. Bayly se me quedaron rebotando y rebotando en mi cabeza.

Luego de días de haber pensado tanto, decidí atreverme nuevamente a escribir algo que iría más allá de las fronteras que tenía por paredes en mi casa y usar mi recurso a estructurar un nuevo libro. Esta vez nada de novelas o relatos, decidí dejarme llevar por lo que no sé a dónde me llevaría. De algo estaba completamente seguro, y es que este libro sería escrito por mí, pero con palabras de otros escritores que aún no habían logrado el reconocimiento; formulé la pregunta para todos y todos a su vez me contarían su historia. La interrogante sería: ¿Por qué y para qué escribes? Y me lancé a ese mar de posibles respuestas que al juntarlas todas llamaría: “El coleccionista de huellas” está vez serían las huellas borrosas, pero huellas a fin de cuentas. Y así busqué en mi directorio para contactar algunos amigos que habían pasado por mi mismo caso, y a su vez ellos pudiesen contactar a otros escritores con la misma situación. Siempre supe que sería un libro arriesgado, incluso más que el otro, porque a ¿quién le interesaría saber sobre escritores “fracasados” comercialmente? pues, no sé… pero ya tocaría averiguarlo.

A las 8:00 a.m del siguiente día de haber enviado mi idea a algunos compañeros, me senté en mi ordenador y accedí a mi correo electrónico, solo una persona me había respondido, era mi colega Adalberto Mercado, diciéndome que gustoso participaría, con la condición de que todo fuese por este medio. Yo le respondí, aunque aún en mi cabeza retumbaba el temor del chasco por cual ya había pasado una vez.

Recuerdo esa mañana de domingo, sentado en el patio de mi casa leyendo historias de otros y preguntándome las razones de mi fracaso, aun no llego a una conclusión, puede ser que nunca he sido ni seré escritor, pero ese desafío de contar mi historia me gustó.

Luego pensé: “¿pero qué puedo contar?”, solo decir que en una tierra de grandes poetas un día me atreví a escribir algo parecido, y soñé, claro que soñé, como no pensar alguna vez en escribir un libro, pero el tiempo me ha devuelto la razón y solo seguiré siendo ese proyecto de poeta que siente felicidad al ver que otros, quizás con los mismos sueños leen y opinan acerca de unas cuantas letras mal escritas; nunca he sabido de rimas, menos de sonetos o décimas, he sido un insignificante que le quitó el nombre al gato, para plasmar en algunas letras desordenadas vivencias propias o prestadas, aun así, no puedo negar que me gusta hacerlo, al final debo concluir que en parte el sueño se hizo realidad.

Por otra parte, estuve pensando que mi fracaso fue de los otros, porque no supieron leerme. Yo construí una buena historia, con personajes creíbles y vidas interesantes. Yo escribo, porque me gusta pensar que soy yo quien dirige la vida de mis personajes, cuando en realidad son ellos quienes me eligieron y me dirigen mi.

Entonces, un huracán me arremetió la existencia, cayendo en un crisis llena de cuestionamientos. - ¿Quién soy? - Me pregunté - ¿cómo llegue a esto? - volví a preguntarme. No soy más que un desdichado que juega a ser Dios entre unos insignificantes personajes que rondaban en mi cabeza y, que lancé a un precipicio colmado de medias verdades.

A estas alturas de mi penosa existencia no me queda otra que nadar a corriente, a lo que cotidianamente llaman "vivir", a mostrar falsos sentimientos que de alguna u otra forma transforman mis mentiras en épicas verdades con ciertos toques de incoherencias... Mi poesía, mi poema, no son más que ideas colectivas. Yo confieso, que me pegó un fuerte golpe en el ego y a estas instancias conservo el moretón.

En la tarde del siguiente día volví a sentarme frente al ordenador, esperando encontrar novedades. 12 amigos habían confirmado su participación, estuve emocionado hasta que me topé con el mail sin abrir de una chica que conocí en una conferencia sobre narrativa hispana. Su nombre: Artemisa R., una magnífica poeta, en su página web encontré más de un poema que se calaron en la sangre llegando hasta el corazón. Ella al vivir tan lejos le envíe la pregunta saludándola con anterioridad y me respondió lo siguiente:

“Contarte que yo escribo bajo efectos de inspiración y que aunque ello no sea autobiográfico, entiendo que todo lo que escribo lo digo de mí misma porque allí en el papel me interpelo y me encuentro con reflejos de la mujer que soy, fui y quiero ser y también todo aquello que cargo en las espaldas y simplemente quisiera arrojar al fondo del mar. Todo lo que creo haber borrado de mi memoria, guardado bajo siete llaves aflora allí sin permiso ni previo aviso y se me declara en guerra de existencia. Es ahí cuando es mi decisión cómo sentirme al respecto y qué hacer. Cuando escribo me descubro, se caen mis máscaras y mis velos se deslizan dejándome ver la piel. Escribo también para decir lo que pienso cuando no lo puedo hacer mirando a los ojos, cuando no encuentro las lágrimas para llorar un amor vencido, y cuando la distancia hace imposible un abrazo...”.

Quedé maravillado con su ideal, y decidí usar sus palabras como parte inicial del nuevo libro.

Pase la noche con el acostumbrado insomnio que me caracteriza; soy uno de los tantos que no le agradan a Morfeo, uno de esos que deben calarse la bendita circunstancia de ir poco a poco convirtiéndose en una criatura nocturna, con matriz en la mente y el genital en las manos para parir y dar a luz lo que se me ocurra sin necesidades de parteras.

Adentrada la madrugada recordé a otra amiga, compañera frenética del mundo blogger. Era una mente destinada a perturbar con sus historias a unos cuantos; sus letras eran tas oscuras como los trazos del carboncillo, ásperas, insolentes, veraces, asesinas y liberadoras; ella creaba y mataba personajes, los vestía de cordura completamente corroída, de instintos voraces, los perfumaba con animalidad y con humanidad, sus personajes eran bestias confinadas a renunciar a la sociedad, porque la sociedad les había aislado desde sus inicios. Ella era una diosa que debía contar sus anécdotas, y procedí a llamarla al amanecer. Entre risas, halagos cruzados y promesas olvidadas procedí a hacerle la invitación con recelo, puesto que ella siempre había sido muy reservada con sus sentires. Para mi asombro, maravillada respondió con afirmación y me pidió solo unos días para enviarme su colaboración.

Transcurrieron tres días sin frutos algunos, pero yo seguía dedicando 4 horas diarias al ajuste de lo que sería este futuro libro, con todo eso de que el futuro solo es un conjunto de probabilidades. Recibí la esperada respuesta de Nazaret Pacheco, creadora y destructora de sus personajes y me respondió lo siguiente:

no se si lo siguiente que te escribiré es lo que realmente quieres de mi para tu relato pero sin embargo aquí va:

Escribir nos es más que el mejor medio que encontré para contar las miles de historias que en mi mente llevo cada día, liberando así un torrente imaginativo que me mueve cada día de la vida y que me hace suspirar con cada nueva idea. Escribo porque me gusta pensar que las personas somos capaces de crear más allá de nuestros propios límites y de nuestra propia vida, el simple echo de escurrir momentos que seguro olvidaré en un futuro motiva mi inspiración y me lleva a la eterna creación de nuevos momentos, es como crear una nueva cronología de vida que realmente no va más allá de la mente, pero que en lo físico muy difícilmente se puede representar.

Para mí, escribir es la liberación de momentos que llenan mi alma de nuevas expectativas y retos y me consignan un nuevo momento, escribo para que los demás sean capaces de motivarse a lograr o hacer lo que realmente quieren sin importar lo que los demás piensan, las letras son parte de mi alma y hacen escala hasta lo mas alto de mi ser”

Después de leer tal respuesta, supe que ella era mucho más de lo que imaginaba. Fue agua fresca y viento con olor a tierra mojada lo que me respondió. Conocí una nueva cara de la moneda y me apené por creer que podía saber todo de una persona, cuando de mí mismo no lo sé todo.

Dos meses antes de la fecha que me había propuesto para publicar mi nueva obra, le comentaba a una prima allegada, que todo estaba listo para comenzar a hacer unas pequeñas publicidades con la presentación del libro o alguna parte de éste y subirlo al blog, “El coleccionista de Huellas” que hasta ahorita había creado expectativas y que por supuesto sin la intervención de mis amigos no hubiera podido desarrollar. Le pedí el inmenso favor de que leyera y me diera su opinión.

Anteriormente cuando surgió la idea del libro, mi prima me había dicho que quería participar, pero no recibí la continuidad por parte de ella; al comentárselo me dijo que ella pondría su granito de arena. Asentí con la cabeza, pero no creí que lo haría, pues no dudo de su capacidad para hacerlo, sino de su decidía hacia la escritura, dado que fui quien creó su blog hace algún tiempo y solo ha publicado una sola nota. La esperé, y llegó el mail:

“Aquí estoy mi “juapu”, sé que soy un tanto floja para la escritura, sin embargo siempre quiero ser parte de lo que te hace feliz, es por ello que mis palabras vienen a formar parte de tan grandiosa idea.

Es cierto que la escritura con toques poéticos no es mi fuerte, me encanta leer el material de otros, supongo que a veces me pesa más el hecho de que no vaya a gustar lo que expreso a través de líneas, que lo que siento al plasmarlo.

Parto de la idea de escribir para comunicar, concienciar, educar, y transmitir aquello que por el día a día olvidamos, o mejor dicho, dejamos a un lado, guardado en nuestro sub consciente.

Criollita a la hora de expresar y plasmar lo vivido o historias ajenas, de las que me hago dueña por su peso emotivo, sentimental o por las injusticias que a diario se cometen con el ser humano. Consiente estoy que no voy a cambiar el mundo con mis notas, pero considero que a más de un corazón llegan.

Nunca he soñado que lo que escribo vaya a ser leído por multitudes, pero si por aquel que necesite leer las palabras adecuadas en el momento indicado, que sean alegría para su corazón.

Para mí, la cantidad de lo que publiques no es lo importante, sino la calidad de la misma. Que puedas llenar vacios y que los lectores se hagan dueños de tus personajes.

Mi musa es Dios, y al escribir siempre creo que alguien, en algún momento dado, será tocado por la gracia de él”

Me alegré, ella era una huella que ni si quiera había sido marcada por un píe, insistentemente le pedía que escribiera, puesto que siempre me parecieron excelentes sus artículos almacenados en su ordenador, y hasta los trabajos de la universidad. Por otra parte, al leer lo que ya llevaba adelantado me abrazó y me dijo que estaba muy bueno, y mucho más degustable que mi libro anterior. Supongo que eso fue un consuelo, aunque me hubiese dado ese golpe en el moretón de mi ego, sonreí y bromeé para disimular el volcán de idiotez que aún me azotaba.

Sin quererlo, lo que comencé terminó siendo un relato, cuando me di cuenta era demasiado tarde como para reescribirlo. A la editorial le gustó, aunque con mucha abstinencia me dijo que posiblemente este libro llegara a más intereses. Yo, ni opiné, preferí sujetarme a los hechos y soñar con una segunda oportunidad que concreté con compañeros que aportaron su maravillosa definición e ideal sobre lo que significa escribir.

Con esta presentación del libro y con el poco de pájaros que andan en mi cabeza procedo a dejarles el producto. ¿Ambicioso? Sí, pero mucho más maduro que el anterior. ¿Arriesgado? También, por el montón de manos fracasadas comercialmente, pero exitoso por su simbiosis, por su dialéctica y por su exploración al sentir de un escritor.

Este libro ya glorioso por sus logros va dedicado: A todos los que metieron la mano, a las quimeras que me gritaron fuertemente al oído, a mi molestia, a las circunstancias, pero sobre todo a la necedad y a la solitaria que vive en mí.

Autores:

Artemisa

Carlos Arturo

Gaspar II

Lily Badell

Marielys Medina

Mariluz GH.

Naza

9 comentarios:

julia rubiera dijo...

esta asturiana te desea toda la suerte del mundo porque en verdad eres un grandisimo escritor , de los que dejan huella en el corazón del que te lee, un besin muy grande y felicidades por tener la magia del buen escritor.

Luis Arturo Cerón dijo...

Amigo mío, debo decir que he quedado sorprendido, mientras leía me encontré con palabras conocidas y recordé aquel post de hace unos meses atrás, solo puedo darte las gracias por considerarme en este relato tan bien hilado, desde ya te envío mis deseos de éxito.

Un abrazo desde el sur del mundo.

Gaspar

Ana Márquez dijo...

Los miedos, zozobras, contradicciones y amarguras del escritor... Creo q sé algo de eso :-)

Y tú eres un diamante en bruto. Bueno, no tan bruto, que ya empiezas a brillar por muchas caras :-) Un beso grande!

Mariluz GH dijo...

¡¡Ha quedado magnífico!! Y qué bueno te gustara mi pequeño aporte :)

Dos abrazos y un beso

Anouna dijo...

Caco, he venido por la recomendación de "Gaspar" al cual sigo; y me has sorprendido con todo lo que nos cuentas, en una forma tan real y sincera; transparente y con la verdad de los sentimientos y vivencias.

Leerte para mí que aún sostengo el sueño entre los dedos, de algún día poder tener una publicación totalmente mía, ha sido genial. Es un desafío y hay que vivirlos aunque nos den con la puerta, es mejor eso a que nunca haber hecho nada...sólo el tiempo y el cariño de los que nos aceptan con respeto las locuras, las que nos darán al final de la jornada una gran sonrisa. Piensa en grande, siente que no hay nada mejor que lo que tienes entre las uñas y te brota desde el alma; créete el cuento con humildad, reconociendo que la vida ya te ha dado un don, El de idear mundos nuevos que nadie antes más vió. No importa que nadie más crea que eso existe, para ti será real.

Me emociona este libro nuevo, porque así me daré cuenta de la visión de muchos-as que nos atrevemos con temor pero con convencimiento, de que dejar una huella es mejor que morir en el silencio.

Mucho éxito, que sé lo tendrás; un día Caco querido tu primogénito crecerá y hablará al mundo de ti.

Besos, Anouna

Caco dijo...

* Ozna - Ozna, primeramente quiero darte la bienvenida a este mundo de ideas que aún no les pongo etiqueta, y segundo, quiero agradecer por esas hermosas palabras que me llenan de impulso para seguir en el camino.Aún tengo mucho por aprender, y el camino aprendo de todos.

Correspondido ese besín, y te envío otro inmenso envuelto en buenos deseos para que no se corroa en esas saladas aguas del Atlántico.

* Gaspar II, al contrario, estimado, debo agradecerte por tomar la invitación y concretarla en esa parte necesaria para el blog. Fue un regalo hermoso para estos dos años y para el tiempo que he venido compartiendo con vos y tus sentires.

Este relato es un trabajo colaborado, por eso ha quedado bien hilado.

También, agradezco tus buenos deseos, que con la mayor ilusión también te envío unos cuantos, lo más importantes. Abrazos para vos, amigo.

* Ana Márquez, muchas gracias amiga, voy en ese camino de descubrimientos, de desconfianzas y seguridades; cometiendo errores y corrigiendo.

Te envío un abrazote colmado de buenos deseos y bendiciones. Siempre es grato leerte.

* Mariluz, gracias amiga, y es que he tenido buenas manos ayudando. Me alegra inmensamente que te gustara. También, agradezco siempre tu paseos por estos lados.

Recibidos esos abrazos y ese beso, y para vos también te envío de ambos por medio del viento.

* Anouna, muchas gracias por tu paso, y por esas hermosas palabras; de más está decirte que eres bienvenida cada vez que lo desees.

Por otra parte, no sabía que el poeta me hubiese recomendado ¡Vaya halago!.

También quiero agradecer ese montón de hermosura que me dejas en palabras. Puedo asegurar que con la constancia y la necedad casi todo se concreta, amiga, el futuro y sus probabilidades nos da muchas puertas y muchas ventanas para andarnos en los caminos "correctos".

Te dejo un abrazo muy dulce para vos, para tu existencia y un beso que traspase la distancia. De nuevo muchas gracias.

NazzaPach dijo...

tratede dejarte un comentario y no me dejo el internet! te lo resumire porque lo emotivo del momento hizo fluir mis palabras sin que antes pasaran por control de calidad por tanto no las recuerdo!!!

Me encantooo!!!
y mil gracias! me asombra la vision que tienes de mi y me hace sentir orgullosa de lo que hago,gran relato querido amigo,me gusto mucho y me hace feliz que me hayas dado la oportunidad de participar!

Para mi ya eres un escfritor y no un chico jugando a serlo.

saludos amigos!

ELILUC dijo...

Caco, llegue a tu blog por intermedio de amigos en comun. Me ha gustado tu relato, llegue a sentir mucho desacuerdo con los primeros sentimientos que expresas, FRACASO? como ser fracasado si has logrado escribir?
las palabras que salen del corazon...que son del corazon...nunca seran un fracaso, jamas!!!! es el propio alimento, es tu creacion es tuyo!!!!
Un abrazo y felicidades!!!

Caco dijo...

* Naza, el placer ha sido mío, cada mano, cada imaginación han sido un inmenso regalo. Gracias a vos y a tu disposición de siempre colaborar. Abrazotes.

* Mery Larrinua, muchas gracias por pasearte por estos lados. supongo que son las distintas posturas sobre las cosas lo que hace este relato tan sencillo en lago lleno de matices. Bien dicen que al amor es una bestia, y como bestia a veces cae en cosas contradictoras.

Abrazos y agradecimientos mil.

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Gracias Verónica por tomarme en cuenta :-) Feliz semana de la amistad a todos