sábado, 27 de junio de 2009

Perfume para dos


Dualismo de mi ser, material de vida que pocos pueden tener, pero sé que a la final es pura filosofía la revolución que nace en mis entrañas, hechos llenos de encuentros. Guitarras imaginarias me consienten y le dan música al color de sus ojos, ojos como el cielo oscuro, ojos que representan al sueño que se convierte en pesadilla.

Un corazón toma mi mano, me inspira a sentirme en cuentos de hadas, a respirar el verdor de la esperanza. Sé que a su lado no hay pesadillas, presumo de su vida, es todo lo que soñé, resguarda mi presencia en su seno, refleja los ensueños, los deseos y las necesidades en un cristal que no conoce la codicia. Mi linda paloma de plata que vigila del río profanado de otros cuerpos.

De ilusiones colma mis oídos con sus ecos vibrando en las coyunturas de mis huesos, labios de maravillas, con nadie probé ese sabor, caídas las murallas sin necesidad de sangre, me absorto en su facilidad de manejar mis desenfrenos, cubre mis dudas con sus palabras y me abraza lanzando las piedras que debo dejar atrás. No cuento mis secretos pero me desnuda con la mirada. Me nutre de su sudor y me acaricia el espíritu.

El otro corazón provoca tormentas sangrientas a mi vida, me ama como fiera, le correspondo con malicia, a medias tengo su existencia, me llena esclavitud y me da potestad al adorar su imagen pagana. Victima original del pecado de Afrodita, amor hasta con los dientes, que con un beso me eleva, con el roce de su piel dilata mis poros, tan inocente, tan infiel. Agua que lava mis manos y lodo que ensucia mis principios. Desnudos, para tomar las miserias que me ofrecen tanto.

Ese amor, que odio amar, que me niego a dejar, se vuelve mi inquisición personal, ¿Cómo decirle que no? Si en el rosa de sus labios las agujas del reloj no son espadas que atentan contra mi espalda, por ser justo mi locura y mi cordura, mi sentencia y libertad. La inseguridad y la inmadurez me invaden abrumando las culpas de todo esto. Cruel es todo lo que acontece en tu historia, y en mi historia cuando confabula el destino a tu tentación, fiebre que lastima mi interior.

Corazones en triángulo, crisol que atenta a mi razón, me ofrecen distintos mundos y no sé donde tomar rumbo… dominan el valor que un día que creí tener, plasmando banderas de ideas nuevas a mis sesos. Hurtando mi timidez, confrontando las respuestas a dudas de esos tiempos que no se marchan. Confusión que dio vuelco al determinación que se perdió entre el calor de sus miradas, corazones alineados con perfección que han valido la pena y me han hecho ver la vida diferente, entre abrazos rojos, abrazos fieros, y abrazos que dejan paréntesis a éste dualismo. Yo, un perfume para dos, sufriendo la condena de un amor entre tres. Bajando la mirada y colocándome máscaras para ocultar mis culpas.

Autor: Carlos Arturo

"Lo prometido es deuda, gracias por prestarme tu historia, espero que te guste"

martes, 9 de junio de 2009

"El silencio del pasado"


¿Hacia dónde fue tu arquitectura? Sabio rompecabezas que hoy sólo constituyes historia. Los primeros mitos del diluvio se impregnaron en ti, siendo victima de tus dones, siendo amante a tus dioses, pionera de la agricultura.


En intentos fallidos por alcanzar el cielo, con un zigurat proclamaron bendiciones para esas ciudades, quienes sintieron los pasos del hombre, donde crecieron las costumbres sedentarias.


Entre tus calles nacieron las primeras escrituras, máximo ejemplo del poder que venía germinando como semilla de la más alta categoría. Tus hombres crearon el cello y se atrevieron a recorrer un poco los mares con maderas y piel.


Tus vientos trajeron desgracias a tu existencia, cuando el impostor llegó al poder, heredero de un crisol que poco a poco fue matando tu lengua. Y en las montañas crecían los ecos de dragones que se impusieron sobre esa dinastía y se hicieron dueños de tus dueños, la barbarie colapsó lo que en años tanto costó construir, a costa de tus limitados recursos. Morías lentamente, desangraba tu orgullo entre los regaderos que tus hombres pre-invadidos hicieron posible.


En el ocaso y casi llegando tu final, diste un brinco ciego y permitiste imponer de nuevo a tu primera cultura, dando nacimiento a las leyes, a la venganza, aún más reforzada, y los dioses de nuevo sonrieron. Pero dentro de ti, sabías que el final llegaría, y el renacimiento pronto perecería y caería en manos de nuevos ambiciosos.


Del barro que nació el hombre, del barro que el hombre utilizó para construirte y hacerte grande y bella, aventajada de la media luna fértil, de tus recuerdos sólo queda masa endurecida, inscripciones que fijan un estigma en los milenios que adoraron tu existencia, tierra cicatrizada y alojada entre ríos, acobijando entre tus arenas a los sumerios, arrancada pero alimentada por los acadios, herida por los gutis, amorritas, asirios, persas y tantos poderes que te amarraron a un destino que el sonar del río te anunciaba.


Con murallas fuertes y débiles a la vez, hermosa gigante de pies de fango, la denominada Mesopotamia que hoy resume escombros y silencios milenarios, vestida por una nueva nación, despejada de las adoraciones que le dieron vida, olvidada, triste y rota, guardando los secretos de tus hombres y viviendo bajo el peso del pasado.



Autor:

Carlos Arturo


miércoles, 3 de junio de 2009

Alea iacta est


Entonando la canción la Tierra comenzó, los ángeles preparan sus trompetas para lo que se avecina. La sangre ha corrido, la vida se ha rendido, y los llantos de dolores se escuchan a lo lejos.

Sentí tanto miedo de mirar atrás, sentí vergüenza de ser quien soy, cabizbajo ignoré las señales y olvidé que la historia puede ser lo que el hombre quiere.

Tomé su mano y en un instante perdí su rastro, ¿Hacia dónde fue?, ¿Dónde estará? ¿Recordará lo que nos hace humanos? Porque perdí la noción de haber venido al mundo. Me inculcaron respetar mi bandera y admirar los lisos colores que hacen de ella nuestro símbolo, ¿Pero debo sentir orgullo por la muerte a favor de nuestros intereses?

Entre patria y guerra no siempre hay mucha diferencia, se puede volver un hilo del más delgado, de fácil romper, de poca tolerancia y con aires de ataque.

La guerra se ha hecho común, la matanza es cosa de juego y las epidemias apuntan un apocalipsis no deseado.

Los niños lamentan y desvalijan sus penas en un último suspiro de vida, adiós a los sueños y los caramelos. Las mujeres y los hombres imploran piedad, pero se portan como murallas. El hambre, el ruido y el pánico hacen contrastes preocupantes al futuro.

Tú, hombre de la guerra, quien defiende con su pecho la nación, que con sus manos poderosas ataca. Siempre esperando un héroe, siempre esperando un vencido.

De forma escarchada el humano siente orgullo por holocaustos, en un grito de orgullo corre la sangre en el aire. Con medallas y galas se festeja el cielo oscurecido del hombre condenado a muerte y el hedor a caído deja pocos fragmentos compasivos, la destrucción de nuevo se pasea entre la existencia cercana a un recuerdo.

Autor:
Carlos Arturo

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Gracias Verónica por tomarme en cuenta :-) Feliz semana de la amistad a todos