domingo, 10 de mayo de 2009

"Madre mía, el presente aún nos mira bonito"



Siempre fuiste lo que soñé, mujer de las primaveras y otoños de mi vida, quien con sus manos acarició mi cara, quien me dio de beber de su carne. Mi primera mirada de amor, mi primera palabra, mi gran bendición desde hace más de dos décadas. Me siento absorto, ante toda esa filosofía de las cosas que te he puesto de faz, gracias por protegerme de mí mismo, y darle la espalda a los fantasmas que fracturaban mi mirada.


Notaste como crecí, fuiste mi sostén antes las caídas, arrancaste sonrisas de mis labios, me abrazaste cuando lloré. En mis fiebres te angustiaste y pediste a Dios por mi superación. Diste tanto para mí, que se fue acumulando el tiempo en ti, como pájaros en el aire. Con cabellos plateados, con líneas que cortan tu piel y con el tiempo que te viste de belleza, y el cansancio que se te suma no hace diferencias cuando me siento en el abismo, percibo como abres tus manos y me envuelves en tú calor.


Me sentí tan inútil en tus padecimientos, y aunque sequé tus lágrimas, sé que no ha sido suficiente lo que he hecho por ti. Me duele tu dolor, me asfixia tu ausencia y en ocasiones duele el no poder besarte y decirte cuanto te amo.


Algunas veces nuestras formas de pensar han hecho cortocircuito, pero a costa de las discusiones, te me acercas más y me das valor con tus caricias. Tú, el paso que siempre me acompaña, quien me ofrece ese amor sin miramientos y que me besas con solo imaginarte. Cuando se han caído las construcciones tú las reparas con tu sonrisa.


He dejado atrás tanto por ti, he vivido cerca de ti… y aún tienes la potestad de preguntar ¿por qué te amo?, el orgullo de lo que has logrado y formado en mí no cabe en mi boca y se desborda en mis ojos. Con esperanzas pronuncio tu nombre, y con ternura me apunto a hacerte un nudo envuelta en mis brazos.


Madre de mis días, madre de mi fe, madre del amor que me profesas, madre de este humano que lo has sostenido con el valor de las promesas; quien me ha protegido en sus armas. Sabes lo difícil que se me hace poder amarme a mí mismo, y lo fácil que es hacerlo contigo, un paradigma al cual no le encuentro respuestas, el misterio con el que vivo bajo ese cielo respirando tu aire.


Gracias por tantas cosas, a costa de que insistas que han sido pocas y más allá de lo que me has ofrecido, me diste vida, me deseaste y me brindaste la oportunidad de vivir a tu lado, de respirar tu aliento cuando te acercas a consolarme, y a sentirme con gran optimismo con vista al futuro. Porque tú ahorcas los hábitos y te haces absoluta ante las tempestades que me pueden invadir.


Espero que nos alcance la vida para vivirnos de esa manera tan entrelazada, que Dios nos bendiga con el viento diario y que nuestros amaneceres sean tan inspiradores como la confianza que sostienes en mí… TE AMO de manera objetiva y subjetiva.


La primera invitada a celebrar mi vida, sé que este amor es poco interesante para la sociedad, pero ten la seguridad que eres tan importante en mi tradición, que no puedo dejar de admirarte cada día.


Yo llegué a tú vida, tu apareciste, para guiar mi vidorria de forma dulce y templada, porque me has dado tantas cosas que nadie me ha dado, sin esperar nada llegas y me avivas en tu contemplación, Feliz día de cada día MADRE MÍA, el presente aún nos mira bonito.

Autor:

Carlos Arturo


2 comentarios:

Lily dijo...

Quien honra a la madre, se honra a sí mismo. Tienes un amplio registro de emociones cuando hablas de tu madre y eso con seguridad le llega a ella y la hace sentirse recompensada y feliz.

Saludos,
Lily

Caco dijo...

Gracias Lily, un saludo para ti... un placer para mí, que te pases a leerme...

LinkWithin

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...

Desde: "desdeloprofundomedevora.blogspot.com"

Desde: "desdeloprofundomedevora.blogspot.com"
Gracias Verónica por tomarme en cuenta :-) Feliz semana de la amistad a todos