Del semen y la espuma remonta tu génesis;
cuerpo
desnudo divino,
forjado
por una orgía de infamias ninfómanas,
de
pezones laureados por deseos ajenos,
de
ombligo… laguna de placeres rojizos,
de
una vagina, jardín de rosas carmín.
Con
la boca desvirgando la inocencia,
y
esmeraldas talladas por la lujuria como ojos.
Intangibilidad
fémina,
idea
alojada en los imaginarios,
molde
desplegado de la penumbra sapiente;
Gata
que lame las pasiones con su inmortal lengua.
El
rigor mortis de la perfección,
que
aprisiona los orgasmos postergando la duración
sin
saber ocasionalmente si dilata las piernas o la mente,
con
la cadera insinuante en la fiesta de erecciones.
El
mito del Olimpo arrastra tus huestes,
el mar Mediterráneo conserva tu efervescencia,
Chipre
guarda las huellas de tus inquietos pies,
y
la sal, la fruición de haber desvanecido tu himen.
En
lo alto Helios dialoga con tu vergüenza,
Sobre
el día que con Ares arremetías contra Venus,
eligiendo
fusionar tu amor desmedido con violencia.
Tu
ausencia un lleno de encantos,
tu
presencia un gozo animal,
con
la locura típica que brota entre tus muslos
y
los deseos recientes van hasta tus pechos,
escalando
como crías de canguros.
Pasea
cronos por tus formas,
un
cúmulo de curvas habitadas de inexistencia
resignadas
a no admirarse en un espejo.
Sin
saber qué hacer, Afrodita.
Exótica
sustancia conceptual,
Ares
aguarda en el colchón de victorias,
para seguir procreando entre ambos parafilias.
Y
dudas, de sin son ambos o uno solo.
No
sabes qué hacer,
si
quemarte con sus manos impúdicas
O
masturbarte con las tuyas,
observando
a tus víctimas cuando duerme Helios.
Autor: Carlos Arturo
2 comentarios:
El rigor mortis de la perfección, ¿hay algo más circular que este verso?
magnífico
abrazos :)
Oooooooohhhh! me asombraste!! nunca vi definir a Afrodita con este toque que tu le has dado. Genial!!
Un besazo!!!
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