A Kathe...
Al norte del occidente se broncea su piel,
especie fémina bronceada por incertidumbres en alturas
cuyo entorno xerófilo zurce sombras en sus pies.
Espacio-tiempo su escenario para actuar la vida.
Dinámicas largas y encorvadas como sus pestañas,
en el río que fluye temporalmente entre diástoles y sístoles.
Las murallas difuminan su infinito de Dalí a calibre y lienzos
dentro de la cosmogonía cultural inquieta que le tocó reproducir.
Hay misterios prietos al estilo de sus ojos,
que por detrás acarician sus verdades y mentiras;
córneas que aprenden a mirar lo intangible
cual viento cargado de gamas coloridas.
Sus caderas se contornean a un cercano éxito,
en la dinamita propicia de su ser.
Muchos buscan sus lagunas filosóficas,
ella se baña en los rumores y preconceptos.
Nociones de las otras miradas;
Lunas infladas de sus melancolías
Que recicladas... pronto serán girasoles
entre sus dientes desnudos.
Autor: Carlos Arturo
2 comentarios:
Impactante y mágico... como Kathe tal vez... "Muchos buscan sus lagunas filosóficas, ella se baña en los rumores y preconceptos."... siento que muero y vuelvo a vivir para leerlo otra vez...
Me da un vértigo tremendo de solo pensar que alguien pudiera a vuelo de pájaro mirar los encrespados laberintos de tu alma.
Besos y mis respetos.
Afortunada Kathe y guapa (por cierto) que te inspiró estos versos :)
abrazos, querido poeta
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